Marimari….
Mi nombre es Nuequén, el cual proviene de la palabra ñedquen que en mapuzugún (lengua mapuche) significa audaz o intrépido. Soy un lonco de una de las tribus de voroganos de la auraucanía. Para los que no leyeron aún el libro de Pumawel (¿qué está esperando?), yo soy el personaje que introduce a Hugo en los pasos de iniciación en su aventura en la mapu.
Hoy les voy a hablar sobre el 12 de octubre y lo que significa para nosotros, los pueblos originarios de América.
Esta fecha es conocida por la mayoría de ustedes como el “día de la raza”, según como dicen algunos, instituido para unir a los pueblos que tienen en común la lengua, el origen o la religión. Otros dicen que es una ocasión para detenerse a pensar y ver que las naciones americanas deben ser plurales en lo cultural, lo étnico y lo racial.
En Argentina (comprendida dentro de nuestra Nación Mapuche) se instauró este día como feriado nacional, durante el gobierno del lonco Hipólito Yrigoyen, en el marco de la conocida “política de gestos” que sucedió después de la llamada "Primera Guerra Mundial".
Mi nombre es Nuequén, el cual proviene de la palabra ñedquen que en mapuzugún (lengua mapuche) significa audaz o intrépido. Soy un lonco de una de las tribus de voroganos de la auraucanía. Para los que no leyeron aún el libro de Pumawel (¿qué está esperando?), yo soy el personaje que introduce a Hugo en los pasos de iniciación en su aventura en la mapu.
Hoy les voy a hablar sobre el 12 de octubre y lo que significa para nosotros, los pueblos originarios de América.
Esta fecha es conocida por la mayoría de ustedes como el “día de la raza”, según como dicen algunos, instituido para unir a los pueblos que tienen en común la lengua, el origen o la religión. Otros dicen que es una ocasión para detenerse a pensar y ver que las naciones americanas deben ser plurales en lo cultural, lo étnico y lo racial.
En Argentina (comprendida dentro de nuestra Nación Mapuche) se instauró este día como feriado nacional, durante el gobierno del lonco Hipólito Yrigoyen, en el marco de la conocida “política de gestos” que sucedió después de la llamada "Primera Guerra Mundial".
El decreto decía: “Por tanto, siendo eminentemente justo consagrar la festividad de la fecha en homenaje a España, progenitora de las naciones a las cuales ha dado con la levadura de su sangre y la armonía de su lengua una herencia inmortal, debemos afirmar y sancionar el jubiloso reconocimiento…”.
Pero lo cierto es que ese día, fue el inicio de la primera invasión huinca (españoles) al nuevo continente, el comienzo del exterminio organizado de los pueblos nativos y el saqueo más grande que las naciones europeas hayan realizado en toda su historia, con lo cual el texto de dicho decreto me resulta un poco irónico.
Toda esta aventura estuvo llena de falsedades, desde que la fecha real del avisaje no fue el 12 sino el 13 de octubre ya que este número estaba relacionado con la mala suerte. Además, sería mejor visto por sus benefactores que fuera el 12 y no el 13, porque era el día de “Nuestra Señora del Pilar”, patrona de los Reyes Católicos.
La realidad fue que el huinca de Colón y sus hombres se toparon con la isla Guanahní (actual Bahamas) y no como él confiaba que estaban frente a las costas de Asia. Y los habitantes no eran mercaderes chinos, sino como él mismo diría:
“Son la mejor gente del mundo y sobre todo la más amable, no conocen el mal –nunca matan ni roban-, aman a sus vecinos como a ellos mismos y tienen la manera más dulce de hablar del mundo, siempre riendo. Serían buenos sirvientes, con cincuenta hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos”.
Tuvo que llegar la civilización cristiana para hacerles conocer el mal y todos los vicios de la tierra.
Aquí no puedo dejar de hacer un comentario que nace de mi orgullo de ser mapuche: contra nosotros no les fue tan bien, ya que les costó unos cuatrocientos años en conquistarnos.
Al margen de esto, apoyo la idea que proponen algunos de nuestros representantes de los pueblos originarios de conmemorar el 11 de octubre en lugar del 12. Ya que fue el último día de libertad y en lugar de llamarlo día de la raza, recordarlo como el día de la reafirmación de las culturas originales y de la americanidad.
Pero, a pesar de que seguimos reclamando por nuestros territorios, por el reconocimiento Constitucional de nuestra existencia, por nuestros derechos, participación en decisiones, por la recuperación de nuestros territorios y el rescate de nuestra identidad, nuestro pueblo es sensato y educado:
No le vamos a quitar el saludo a los “Manolos” de la vecindad.
Mariciweu
(En mapuzugun quiere decir: Triunfaremos)
P.D.:
Para ver qué digo sobre los huincas, toca la trutruca.
Pero lo cierto es que ese día, fue el inicio de la primera invasión huinca (españoles) al nuevo continente, el comienzo del exterminio organizado de los pueblos nativos y el saqueo más grande que las naciones europeas hayan realizado en toda su historia, con lo cual el texto de dicho decreto me resulta un poco irónico.
Toda esta aventura estuvo llena de falsedades, desde que la fecha real del avisaje no fue el 12 sino el 13 de octubre ya que este número estaba relacionado con la mala suerte. Además, sería mejor visto por sus benefactores que fuera el 12 y no el 13, porque era el día de “Nuestra Señora del Pilar”, patrona de los Reyes Católicos.
La realidad fue que el huinca de Colón y sus hombres se toparon con la isla Guanahní (actual Bahamas) y no como él confiaba que estaban frente a las costas de Asia. Y los habitantes no eran mercaderes chinos, sino como él mismo diría:
“Son la mejor gente del mundo y sobre todo la más amable, no conocen el mal –nunca matan ni roban-, aman a sus vecinos como a ellos mismos y tienen la manera más dulce de hablar del mundo, siempre riendo. Serían buenos sirvientes, con cincuenta hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos”.
Tuvo que llegar la civilización cristiana para hacerles conocer el mal y todos los vicios de la tierra.
Aquí no puedo dejar de hacer un comentario que nace de mi orgullo de ser mapuche: contra nosotros no les fue tan bien, ya que les costó unos cuatrocientos años en conquistarnos.
Al margen de esto, apoyo la idea que proponen algunos de nuestros representantes de los pueblos originarios de conmemorar el 11 de octubre en lugar del 12. Ya que fue el último día de libertad y en lugar de llamarlo día de la raza, recordarlo como el día de la reafirmación de las culturas originales y de la americanidad.
Pero, a pesar de que seguimos reclamando por nuestros territorios, por el reconocimiento Constitucional de nuestra existencia, por nuestros derechos, participación en decisiones, por la recuperación de nuestros territorios y el rescate de nuestra identidad, nuestro pueblo es sensato y educado:
No le vamos a quitar el saludo a los “Manolos” de la vecindad.
Mariciweu
(En mapuzugun quiere decir: Triunfaremos)
P.D.:
Para ver qué digo sobre los huincas, toca la trutruca.
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